Nuestra comunidad
La historia cuenta que VIATOR vivió en el siglo IV en la ciudad de Lyon, Francia. Fue ayudante del Obispo de ese lugar. Trabajó como lector, sacristán y catequista en la Catedral, sirviéndole a los jóvenes en el crecimiento de su fe cristiana.
Cuando el Obispo Justo renunció a su sede y se fue al desierto de Egipto, para vivir en oración y penitencia como eremita, Viator se fue con él. Después de unos pocos años, ambos murieron y al cabo del tiempo sus restos fueron llevados a Lyon; donde por aclamación pública, Viator y Justo, fueron proclamados Santos.
Varios siglos más tarde, finalizando la Revolución Francesa, un sacerdote, párroco de Vourles (pueblito cerca de Lyon), JUAN LUIS JOSÉ MARÍA QUERBES, vio la necesidad de llenar el vacío en la educación, la catequesis y la atención a la sagrada liturgia, dejado por la Revolución; buscando jóvenes que pudieran ayudar a los párrocos en su trabajo pastoral y en especial en la enseñanza del catecismo a los niños. Estos jóvenes servirían como voluntarios para cualquier servicio que los párrocos necesitarán. Como esta asociación de jóvenes empezó a crecer, tomó la forma de una comunidad religiosa (1.831). El Padre QUERBES buscó entonces, un modelo para su grupo y tomó a Viator, el Santo de Lyon (su patria chica), quien había hecho un trabajo similar siglos antes.
De estos sencillos orígenes emergió la Congregación de los Clérigos de San Viator, que hoy cuenta con cerca de 450 religiosos, sacerdotes y hermanos y con un grupo de laicos asociados que trabajan en Francia, España, Canadá, Estados Unidos, Perú, Chile, Haití, Japón, Costa de Marfil, Burkina Faso, Honduras, Bolivia y Colombia.
Dentro del proceso de expansión de la Comunidad de los Clérigos en el mundo, el 29 de septiembre de 1961, llega a Colombia una misión de tres religiosos de Estados Unidos, que, invitados por la Iglesia, en cabeza del Cardenal Luis Concha Córdoba (Arzobispo de Bogotá), reciben el apoyo para que empiecen su labor pastoral en la ciudad de Bogotá. En Febrero de 1963 inician la obra del Colegio San Viator con 32 estudiantes, en las afueras de la ciudad (sobre la autopista del norte).
El Colegio inició originalmente con sexto de Bachillerato y progresivamente fue ampliando los grados –y su construcción- hasta que en Diciembre de 1968 graduó la Primera promoción de Bachilleres. El colegio siguió ofreciendo este nivel de educación, hasta que en 1977 amplió su servicio al nivel de primaria y unos años después creo el nivel de preescolar. Durante todos estos años el Colegio fue masculino, en el año 2012 se convierte en colegio mixto.
Los Clérigos de San Viator también ejercen hoy su servicio pastoral en las Parroquias Santa Inés de Guaymaral y San Viator en el extremo norte de la Arquidiócesis de Bogotá.
San Viator en Tunja
El Colegio San Viator (CSV) de la ciudad de Tunja, nace en el corazón de Dios el día 16 de Julio del año 2016 y se hace realidad en la tierra el día 26 de septiembre del mismo año, fueron tres religiosos Viatorianos, quienes con su dinamismo, experiencia y deseo de hacer extensiva la misión de los Clérigos de San Viator en Colombia, asumen esta nueva obra educativa en Boyacá.
El CSV de Tunja se ha caracterizado a lo largo de los años como una organización educativa de experiencia y tradición, con un modelo de formación integral para la excelencia, una sólida formación religiosa, líder en la región en innovar con programas educativos internacionales, culturales, deportivos, infantiles y multilingües con los mejores escenarios e infraestructura.
Hoy el CSV de Tunja es pionero en impartir el Programa del Diploma del Bachillerato Internacional (IB), creando y promoviendo marcas y programas académicos novedosos y pertinentes, que no solo responden a las necesidades del país, sino que también proyectan a la ciudad y región como referentes educativos internacionales para aquellos que quieren vivir la experiencia maravillosa de hacer parte de esta organización educativa.